MI PERFUME FAVORITO

Hueles a color naranja. A ese destello de primeros indicios de otoño. A los restos de lluvia sobre las calles del centro de Badalona. Hueles a bonito. A paseos por las rutas de nuestras librerías favoritas. A conversaciones interminables sobre temas en los que nunca estaremos de acuerdo. Hueles a faltas de ortografía. No en exceso, pero esa también es tu esencia, también es tu encanto. Hueles a canela. A manzana con canela. Y a café con dibujos de cacao puro por encima. Hueles a viernes. A nuestra cita con cerveza y a nuestro postre compartido. Hueles a todo lo que me gustaría guardar en algún sitio y no se cómo hacerlo.

Mi ego me ha poseído

Ser un volcán creativo se me escapa de las manos. Demasiadas palabras, demasiadas ideas, demasiado caos dentro de mi cabeza. Demasiado ruido, demasiadas opiniones, demasiados conflictos. Demasiado movimiento. Y necesito correr. Sacar todos estos colores, esta belleza, esta luz, este orgullo. Y sobretodo sacar toda esta superioridad, este sarcarsmo, este narcisismo. Esta superbia. ¿Des de cuando lo se todo? ¿Des de cuando me creo por encima de vosotros? ¿A caso se me ha atribuido algún poder divino que no me he dado cuenta? Me he creído demasiado rápido que soy algo que no puedo sostener. Quiero tocar el suelo con los pies, pero me sostiene hacia arriba. Seguramente mi ego, al que le han salido alas y ahora se cree libre de hacer lo que le da la gana. Pero no me gusta demasiado este nuevo rumbo. No me siento cómoda en este nuevo rol. Quiero bajar YA de aquí. ¡SUÉLTAME!

Volver

Volver al centro. Al frío. A 600km de casa. A vivir en el barrio de moda.
Volver a tomar cerveza cada noche. A pintarme los labios de rojo. A coger taxis.
Volver a perderme por las calles piedra. Por las librerías de segunda mano.
Volver a sentirme la reina del mambo. A llamar cada día a mis amigos.
Volver a recibir visitas. Por el simple hecho que me echan de menos.
Volver a oír "te quiero". Porque sí. Porque suena bien.
Volver a emborracharme con una copa de vino. A pagar 40 euros por una cena.
Volver a tocar el piano a las 3 de la mañana y que nadie se queje.
Volver a salir al lado de casa, porque cualquier garito nos parece una buena idea.
Volver a comprar aguacate. Una bandeja de aguacate. Y a comer las lentejas de Marta.
Volver a colarme en fiestas de la profesión y sentirme como en casa.
Volver a ganar 5 kg por alimentarme a base de tapas.
Volver a ir a yoga y pilates porque solo cuesta 5 euros y me sienta de maravilla.
Volver a ver a toda la gente con quien he compartido mi vida durante 2 meses.
Volver a febrero. O aunque solo sea, a marzo.
Volver a Madrid.

Me lo he vuelto a creer.

Me lo he vuelto a creer.

Otra vez.

Vuestra hipocresía.

Vuestra superioridad.

Vuestro estigma.

Me he vuelto a creer que el arte es no estar en el paro.

Me he vuelto a creer que necesito más para ser feliz.

Me he vuelto a creer que quizás el sueño de mi vida es hacer lo que siempre he estado evitando.

Me he vuelto a creer que podría vivir sin el mar.

Pero no es verdad.

No lo es y más valdrá que lo recuerde.

¿Cuál es mi lucha?

¿Cuál es mi lucha?
¿Quiero lo que no deseo?
¿Deseo lo que no tengo?
Poner el objetivo de la cámara frente a lo que los otros tienen mientras me dicen:
"¡Eres tan afortunada de estar viviendo esto!"
Y lo se.
Pero tengo miedo.
De que acabe y me vuelva a dar cuenta que he fracasado y vuelvo a casa con las manos vacías.
Vacías de amor.
Vacías de éxito.
Vacías de todo lo que quería hacer y nunca supe cómo.
Y deseo arrancarme la piel y cortarme el pelo para no parecer yo.
Y así, si fracaso, que sea porque he dejado de ser quién soy.
Solo la mujer que se mira al espejo y no se reconoce.

Incapaz

Necesito saber que todo va a ir bien.
Que voy a estar bien.
Que vas a estar bien.
Necesito escribir,
Para demostrarme que soy capaz.
Que puedo con esto.
Que puedo con todo.
Necesito que me abracen.
Para dejar de sentir toda esta rabia.
Necesito gritar.
Para poder sacar todo este ruido de mi cabeza.

Que llegue ya octubre

Que llegue ya octubre y se pasen las prisas, la sequía, esta angústia asfixiante que no me deja respirar.
Que llegue ya octubre y lance misiles de hojas sobre todas las aceras de la ciudad. Que no me deje andar, ni siquiera salir de mi casa.
Que llegue ya octubre para poder decir que he sobrevivido una estación sin estar a tu lado.
Que llegue ya octubre para saber que he hecho todo lo que tenía que hacer y no he fallado, como creía.
Que llegue ya octubre para salir a bailar.
Que llegue ya octubre porque nos quedará menos para volver a ver Madrid.
Que llegue ya octubre porque es cuando más bonito está el mar.